El Transporte de Carga Terrestre, es el tipo de transporte encargado de movilizar bienes y mercaderías de un lugar de origen a otro de destino, de manera tal que estos alcancen su destino en buen estado y dentro de un lapso de tiempo concreto prestablecido.
Generalmente se trata de grandes cargamentos de materiales pesados, valiosos o voluminosos, cuyo traslado amerita condiciones especiales. En ello se distingue del transporte de pasajeros.
El transporte de carga es una de las actividades más usuales dentro de la economía globalizada contemporánea, empleando vehículos de tierra, aire y agua, en modalidades simples o combinadas (multimodales). Todo ello tanto en sentido proveedor-cliente, como cliente-proveedor.
La logística, en negocios internacionales como nacionales, es un elemento clave de la operación. De hecho, de acuerdo con el Banco Mundial, el flete por tierra es vital para el comercio nacional e internacional pues es el principal medio para el desplazamiento de mercancías al alcanzar hasta 80% del tráfico regional.
El desarrollo de carreteras necesarias para el transporte terrestre es menor en comparación con la creación de nuevos puertos marítimos o aeropuertos, por lo que hay más opciones de rutas para los destinos comerciales domésticos o entre fronteras terrestres.
El transporte terrestre permite adaptarse a las necesidades actuales de la entrega de la mercancía donde el cliente la requiera.
Permite el crecimiento de la economía local y mejora la comunicación entre comunidades, permitiéndoles ser parte de las cadenas de suministro nacionales.
La carga y descarga de camiones es mucho más sencilla en comparación con otros medios de transporte.